Síndrome metabólico
Cuerpos con forma de manzana o pera.
El síndrome metabólico (SM), es un conjunto de desórdenes metabólicos considerados como un factor de riesgo para desarrollar enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2.
En el 2009, la publicación Harmonizing the Metabolic Syndrome, sugirió un consenso para tratar de unificar los criterios diagnósticos del SM:
*Incremento de la circunferencia abdominal:(definición específica para la población y país)
*Elevación de triglicéridos mayores o iguales a 140mg/dl o en tratamiento hipolipemiante.
*Disminución del colesterol
HDL menor de 40mg% en el hombre o menor de 50mg% en la mujer
*Elevación de la presión arterial sistólica mayor o igual a 120mmHg y presión diastólica mayor o igual a 85mmHg, o en tratamiento antihipertensivo
*Elevación de la glucosa en ayunas mayor o igual a 100mg/dl, o en tratamiento con hipoglicemiantes.
El diagnóstico de SM se realiza con la presencia de tres de los cinco componentes propuestos.
Su fisiopatología es conceptualmente compleja; se basa principalmente en la resistencia a la insulina, como el origen del SM, sugiriendo la obesidad abdominal, como el factor de riesgo más importante que conllevaría a la insulino resistencia, mediante el exceso de ácidos grasos libres (AGL) circulantes.
El tejido adiposo es un órgano endocrino muy importante, en el que se producen muchas sustancias, como las adipoquinas, que son citoquinas con influencia sobre las cascadas inflamatorias, procoagulantes, antifibrinolíticas y vasoactivas, lo que sugiere una influencia directa sobre la inflamación.
Cuando existe obesidad, y en particular a nivel visceral, aumenta la producción de
adipoquinas, en concreto, el factor de necrosis tumoral α (TNF-α), la interleucina-6 (IL-6), resistina y leptina que hacen que dicho tejido se vuelva resistente a la acción de la insulina. En una segunda etapa, los AGL se depositan en otros tejidos, como el sistema muscular, hígado y corazón. Esta lipotoxicidad induce resistencia a la insulina;
por tanto, en el paciente obeso primero aparece resistencia a la acción de la insulina en el tejido adiposo y luego en el resto de tejidos, produciéndose un cuadro de intolerancia a la glucosa por lo que el páncreas segrega más insulina (hiperinsulinismo), para tratar de normalizar la glicemia, que puede derivar a largo plazo, en diabetes tipo 2 por disfunción de las células β del páncreas y por el efecto lipotóxico de los AGL, cuya vía final común es la aterosclerosis, causante de enfermedad vascular generalizada, conduciendo a hipertensión arterial, enfermedad coronaria y enfermedad vascular periférica.
El paciente con síndrome metabólico presenta una elevada morbimortalidad, que requiere de un manejo médico multidisciplinario, que le garantice calidad de vida. La prevención está basada en una alimentación sana y balanceada y evitar el sedentarismo.
La realización de ejercicio físico, junto con el seguimiento de una dieta equilibrada, aproximada al patrón mediterráneo, con bajo consumo de grasa y sal, serían de ayuda para mejorar la resistencia a la insulina y los niveles de adipoquinas en las personas con obesidad, ayudando así a mejorar su estado de salud a largo plazo.
Palabras claves: Sindrome metabólico, obesidad abdominal, insulino resistencia.